🌌 Volver a la noche: cómo reducir la contaminación lumínica beneficia a animales, árboles y personas

La oscuridad ha sido compañera de la vida desde siempre. Durante millones de años, los ciclos de luz y sombra marcaron el ritmo de los animales, de las plantas y también de los humanos. El amanecer encendía la actividad; el anochecer invitaba al descanso. En apenas un siglo, ese equilibrio se ha roto. El resplandor de pueblos y ciudades borra las estrellas, altera los ecosistemas y afecta a nuestra propia salud. La contaminación lumínica no es solo un problema estético: es una amenaza silenciosa para la biodiversidad y para nuestro bienestar . Y aunque no podemos vivir en ciudades totalmente a oscuras, sí podemos aprender a iluminar con respeto hacia la noche . 🐦 Impacto en los animales La luz artificial nocturna interfiere en el comportamiento de múltiples especies: Aves migratorias : se desorientan con el resplandor urbano, desviando sus rutas o chocando contra edificios. Murciélagos : dependen de la oscuridad para cazar insectos; las farolas reducen sus zonas de caza....